COLEGIO DE LA PAZ

Inauguración del Colegio de la Paz y colocación de la primera piedra del Instituto Provincial de puericultura

MADRID. Un grupo de niños del colegio de la Paz, con sus nodrizas, durante la inauguración

Sus Majestades los Reyes, en el momento de llegar a la inauguración, conversando con los niños del
 Colegio de la Paz

El alcalde, rodeado de las niñas de las escuelas, después del reparto de juguetes verificado con motivo de la inauguración del nuevo pabellón del grupo escolar

Sábado 22 de Marzo de 1930

DIPUTACIÓN PROVINCIAL

El Colegio de la Paz y la futura Inclusa
La inclusa en construcción

 Ayer, a las cuatro de la tarde, el presidente de la Diputación, Sr. Sáinz de los Terreros, hizo su primera visita oficial a las obras de la futura inclusa  y al Colegio de la Paz, acompañado por los diputados señores Crespi, Pardi Prieto, Cámara, Molás, Díaz, Agero, Ovejero, Abreu y Sánz Redondo; el director del Establecimiento, señor Moro Lozano; los doctores Muñoyerro y Bravo; los arquitectos autores del proyecto de la Inclusa, señores Fort y Hernández Briz; capellanes y jefes de servicio.
 En una extensión comprendida ente las calles de Maíquez, Castelo, O'Donnell y Doctor Esquerdo, están las edificaciones ocupando todo ello 32.000 metros cuadrados; 12.000 metros cuadrados el Colegio de la Paz; 10.000 destinados para la Inclusa, y el resto para la Casa de Maternidad.

 La Inclusa, verdadero Instituto de Puericultura, consta de tres pabellones, cuya construcción está muy adelantada.
 Los pabellones se destinan de la manera siguiente: 
Destete, Puericultura y Enfermería. 

 Existen cuatro salas en el primero de ellos capaces cada una para 22 camas. Habrá una sala para establecer con independencia la Gota de Leche, con objeto de solucionar el problema que se ofrece todos los veranos, en cuya época escasean las amas de cría. El destete de los pequeños se realiza cuando éstos tienen once meses.

EL COLEGIO DE LA PAZ 

 En esta edificación están actualmente unidas la Inclusa y las salas de mujeres. Magnífica edificación, con un gran patio central, en cuyo paralelogramo destacan una talla de mármol de la Virgen, otra de San Vicente de Paúl y un bello surtidor de hierro. Ponen notas joyantes de verdor unos árboles y macizos de flores.

LA VIDA DE LOS INCLUSEROS 

 En un portal espera pacientemente un guardia. Una sombra de madre lleva un recién nacido en brazos y se lo entrega al guardia. Llama la autoridad a un timbre y una monja coje a la criatura, depositándola en una bellísima cuna, con colgaduras blancas y lazo rosa.
 Para después el recién nacido al lazareto, y allí está de quince a veinte días en observación. Después se le da de alta y hace su entrada triunfal en la sala general de amas.

Sala de amas:

 Blanca, triunfo absoluto de la blancura. En jaulas de cristal, los pequeños con las amitas. Hay juventud y optimismo. Nada de negruras peripatéticas, sin luz, alegría, claridad. Triunfo de vida.
 Un canto de Zola, con rimas, eso sí, bellamente sentimentales.
 Los nenes tienen su recreo después de alimentarse. Caminan en unas pollereas de mimbre sobre las losas limpísimas de un salón agradable.
 Luego, un comedor de amas, lavapiés, baños, duchas, elevador de agua -resuelto este magno problema con tan admirable servicio-, sala de plancha y lavado. Y un triunfo de plantas, lazos y flores; la nota delicada de unas muñecas y las sonrisas puras de las religiosas.

 Hay también botica bien servida, lámpara de cuarzo para los baños de sol artificiales, comedores hermosos
sala de medicina y cirujía y lazareto provisional, donde a todos los niños se les ponen vacunas contra el sasarampión, la difteria y la viruela;  clases de bordado y zapatería, remiendos, zurcidos; fábrica de chocolate, pabellón de desinfección de ropas; vaquería con 14 vacas despensa, canecería , salas frigoríficas y almacén de frutas y veduras.
 Hay un orden absoluto, una limpieza perfecta en la Inclusa.
 Sólo se nota que la edificación es reducida.
 La Diputación, pues, debe imprimir la mayor actividad posible a los pabellones en construcción, que, cuando funcionen, serán un modelo de seguir el régimen que existe en el Colegio de la Paz



Confort y alegría en las instalaciones de la Diputación Provincial

El nuevo nombre de esta institución, que antes se llamaba Inclusa y ahora Instituto Provincial de puericultura, está plenamente logrado. Se muestra viendo las instalaciones que recogen estas fotos.









Salas amplias, limpias y sanas, en las que se cuida con cariño e higiene a todas las niñas acogidas en este Centro benéfico.

Información sacada de la Biblioteca Nacional



Galería de Fotos. Colegio de la Paz.
En la actualidad es una residencia de ancianos.

Get the flash player here: http://www.adobe.com/flashplayer